29 de mayo de 2009

Sin pirata

El pirata embarcó esta tarde hacia lo desconocido, por el desierto azul, para callar de una vez. Estuve a punto de decirte que eras un oscuro agujero en mi amor, un vacío insuperable, pero hubiese sido una huida, lo de siempre. Hoy el pirata se portó bien, y por eso decidió largarse, porque ni para portarse mal sirve. ¿Qué sentido tiene la bondad de un pirata? Ahora no huye, sólo se marcha a ningún sitio, lejos de mí; se marcha en un barco que va dejando sobre las olas una estela de espuma triste…